Somos
Somos fuego puro, y como tal
es imposible que no nos quememos cada vez que nos rozamos, porque siempre nos
quedan ascuas dispuestas a ser encendidas, es inevitable.
Somos como el viento que nos
hace levantar el vuelo después de apagar la luz, mientras nos dejamos llevar
por nuestros instintos básicos. Pero el viento se va y llega la calma, la paz
antes de otra tormenta.
Somos el
calor de una caricia en la espalda y el frio que se cuela en los huesos cuando
nos abandonamos.
Pero solo así somos.
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