Entradas

Mostrando entradas de 2016

Volar

Hoy he soñado contigo, he soñado que acariciaba tu piel como quien acaricia el tesoro que ha buscado toda su vida.  He soñado que volaba, pero solo después de rozar tus labios, como si quisiera susurrarle al cielo el secreto que guardan tus besos.  He soñado que me abrazabas y me acariciabas la nuca, mientras yo me olvidaba de lo perra que es la vida, porque al verme reflejado en tus ojos el mundo se paraba a nuestro alrededor.  Ojala no me habría despertado jamás.

Mío

Me desperté y me giré para buscar tus ojos, pero solo encontré la almohada. Salí al pasillo, esperando encontrarte paseando de esa manera tan sensual con la que lo hacías. Fui a la cocina, buscando el aroma a café recién hecho y tu sonrisa como saludo, pero solo encontré una botella vacía de ron. Corrí al baño rezando por verte preparándote para comerte el mundo. Pero tampoco estabas. Y me miré al espejo y ahí estaba, solo, tan solo, que por fin volví a sentirme mío.

Miradas

Y este es el momento en que me rompes, cuando me borras mis inseguridades a golpe de miradas, mientras yo sigo buscando poesía en cada centímetro de tu espalda. Y me lo juego todo para ganarle esta mano al tiempo y que nos de unas horas más para perdernos en el universo de nuestros labios y matarnos a sonrisas de esas que queman en lo mas fondo de mi pecho. Y me vuelves a mirar con esa cara de me voy a comer el mundo y de postre, a ti. Y por fin, me has terminado de volver loco.

No puedo más

Hoy creo que no puedo más, no puedo más con el estrés, ni con el amor vacío de besos y caricias que no contienen sentimientos. No puedo más con el no dormir porque me sobran penas y me faltan ilusiones, con tener miedo a sacar la cabeza de debajo de las sábanas. No puedo más con el esconder lagrimas mientras intento demostrar que soy de hielo, cuando por dentro soy mares y tempestades. No puedo más con la tristeza, la soledad y el vacío pero sobre todo no puedo con el frío de tener todos los sueños apagados. Y cuando no puedo más, escribo, y así tengo aliento para un asalto más.

Vamos a vivir en vez de soñar.

Dejó que el azar guiara sus pasos y cuando levantó su mirada se encontró frente al mar. Era una templada noche de principios de otoño, se sentó a la orilla y el vaivén de las olas le invitó a soñar. Se dejó llevar como el humo de su cigarro. Y mientras el mar le susurraba al oído él se vio firmando ejemplares de su primer libro, visitó Londres, Roma, La Habana, y al final, Madrid. "Déjame enseñarte algo más" le dijo. Vio a su familia celebrando un cumpleaños, a sus amigos después de un tiempo sin pasar por el pueblo, las tardes de cervezas hasta arriba de alegrías, Trucios, Bilbao... A Jack se le escapó una sonrisa. "¿No te parece perfecto tal y como es?"