Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2015

Otoño

Sentado en mi ventana, comienzo a ser bañado por los rayos de sol. Es una mañana bastante fría aunque solo con un café y el sol me podía mantener aquí sentado. Las primeras hojas de los arboles ya habían comenzado a caer zarandeadas por el viento. Me gusta el otoño, los disfraces ocres que tienen los arboles, antes de que se queden desnudos para recibir así el frío del invierno. Ya huelo el olor a castañas recién asadas mientras paseo por Bilbao. Bien cerquita de tu acompañante, porque el frío vuelve a despertar. Te echaba de menos otoño, igual que echo de menos el mar cuando no lo escucho de vez en cuando. Echaba de menos tus noches largas, porque se respira tu aroma cuando paseo bajo tu fino manto, un olor a paz. Espero que me traigas café al anochecer en un algún bar cerquita del mar, conversaciones al calor de una estufa, muchas tardes de películas debajo de una manta, y sobre todo, paseos bajo las estrellas, que parece que velan por nosotros.

Recuerdos

Sigo caminando y paso a paso voy recordando cómo te conocí, tus ojos, tus besos, tus idas y venidas, pero sobre todo las tardes que pasamos juntos. Tus silencios y tus vergüenzas, tus "no me mires que me pongo nerviosa", tus " te echo de menos" cinco minutos después de separarnos, tus "te quiero" susurrados al oído, pero sobre todo la sinceridad de tus palabras. Tus caricias, tus sueños, tus sonrisas, tus vicios, pero sobre todo tu forma de mirarme. Tus rabietas, tus enfados, las tristezas, pero sobre todo las reconciliaciones. Entro a casa y paso a la cocina y allí te encuentro sentada, esperándome, como cuando teníamos 16 años. -Feliz aniversario.-me dices y me das un beso. -Felices bodas de oro mi vida.-te contesto mientras te sonrió.

Somos almas

Gritamos al viento ideales de libertad, de querer vivir a nuestra manera. Nos sentíamos iguales, mismas almas en diferentes colores y sexos. Crecimos bajo el mismo sol, pero en diferentes latitudes. Pero crecimos y conocimos el mundo. Aprendimos historia, viendo masacres como el nazismo; guerras estúpidas por ideales de pocos que gobernaban a muchos, mientras esos muchos se mataban por ellos. Vimos en las noticias como nuestro país cerraba las puertas a gente que venía en busca de una oportunidad, viendo como países construían verjas para frenar la entrada a personas afectadas por la guerra, pero con alma, igual que nosotros. Conseguí mi primer trabajo y no entendí como mi compañera, con las mismas obligaciones que yo, cobraba menos simplemente por ser mujer, mientras un tercer compañero escondía su condición sexual por el que dirán. Me hice viejo y vi a la gente de mi edad cambiarse de acera solo por no pasar delante de gente de color diferente al suyo. Y poco